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Los mejores métodos para reparar encofrados para muros

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¿Has comprado encofrados para muros (paneles) y necesitas saber cómo mantenerlos y repararlos?

¿Estás buscando algunos consejos para que duren el mayor tiempo posible?

¡Veamos cuáles son los pasos más comunes y óptimos para cuidar tus paneles!

Los encofrados para muros son elementos de acero (o aluminio) para hormigonar muros verticales. El bastidor de acero suele estar galvanizado o pintado.

Normalmente estos encofrados se cubren con un panel de madera contrachapada recubierto con una película especial (fenólica) para evitar que se adhiera el hormigón. En casos excepcionales, también se pueden encontrar revestimientos de plástico o metal, pero en este artículo solo hablaremos de paneles con revestimientos de madera contrachapada, que es sin duda la solución más utilizada.

¿Por qué es importante saber cómo reparar y mantener el encofrado de muros?

Durabilidad y reutilización

Los encofrados para muros son elementos modulares que tienen una vida útil bastante larga. Puedes utilizarlos durante muchos años, en función del grado de atención que se preste al material en obra y del mantenimiento realizado a lo largo de los años.

El elemento más débil del encofrado es el revestimiento contrachapado fenólico, al que tienes que prestar más atención tanto en la fase de elaboración como en la de mantenimiento/reparación.

Dado que la compra de estos sistemas requiere importantes inversiones, es muy importante que se realice un mantenimiento continuo, para poder amortizar la inversión en un periodo de tiempo lo más largo posible, por lo que te recomiendo empezar el mantenimiento desde la misma compra, tanto si es material nuevo como usado.

 

Limpieza del bastidor y del fenólico

¿Cuáles acciones tienes que tomar para mantener limpio el encofrado antes, durante, y después de haber realizado una obra?

1.- La primera acción a tomar, antes del uso del material, es comprobar que tiene las cualidades de uso correctas (limpio y engrasado), de lo contrario, corregir.

2.- La segunda acción, durante la utilización en la ejecución de obra, es limpiar/minimizar la lechada en partes metálicas y fenólico además de engrasar la parte fenólica cada hormigonado con desencofrante.

3.- La tercera acción después del uso, cuando el encofrado regresa de una obra para guardarlo hasta nuevo uso, es limpiar el bastidor y el fenólico. Los paneles ‘respiran’ hormigón, y el hormigón se les pega, esto es absolutamente normal.

¿Cómo puedes limpiar el bastidor quitando los fragmentos de hormigón adheridos?

Podrás tener grados diferentes de adherencia de hormigón en las 2 caras del panel, y en función de la cantidad de fragmentos de hormigón, podrás utilizar una metodología u otra para la limpieza.

Esta clasificación se podría dividir en 3 categorías:

1.- Panel Extremadamente sucio: en este caso hay 3 fases a realizar:

  • Primera fase de herramienta neumática percutora manual eliminando el grueso de hormigón de cada cara del panel, profundizando en lugares de difícil acceso y pasantes para tornillos obturados.
  • Segunda fase con hidro-limpiadora limpiando restos y lechada adherida (no incluye parte fenólica). Se trata de una limpieza con chorro de agua a muy alta presión, utilizando máquinas hidrodinámicas especiales. Este proceso permite la eliminación de fragmentos de hormigón con poco esfuerzo, aunque es más lento en la cara interior del panel. La presión a utilizar sobre la estructura de acero es de 1.000 bar.
  • Si se necesitase por diversos motivos de adherencia, puede requerirse una tercera fase con amolado abrasivo y eliminar restos finales. La amoladora actúa ‘alisando’ el bastidor y luego retirando los restos de hormigón. Este proceso tiene la ventaja de utilizar una máquina menos costosa, menos pesada y sin consumo de agua. Por otro lado, es un proceso con un mayor impacto en términos de polvo suspendido en el aire.

 

2.- Panel Medianamente sucio: Incluiría la segunda fase indicada anteriormente, con algún retoque en zonas de tornillos pasantes con herramienta de primera fase.

3.- Panel Poco sucio: Solo sería necesario utilizar la herramienta de la segunda fase (hidro-limpiadora).

 

Es importante resaltar que estas 3 clasificaciones no incluyen material oxidado que debe pasar por sala de granallado y posteriormente reciclado con pintura.

Reparación del fenólico

El siguiente paso a realizar tras la limpieza del bastidor es la reparación del revestimiento contrachapado fenólico. El panel de fenólico es la parte más delicada del encofrado, y por tanto la que sufre mayor desgaste. Suele estar formado por un panel de madera contrachapado recubierto de una película fenólica con resina protectora, que garantiza su impermeabilización.

El uso del encofrado en obra provoca con frecuencia el desgaste o abrasión de la lámina fenólica, que puede desgarrarse, y ser sustituido en caso de roturas graves o desgaste excesivo.

Así que definitivamente es la parte del encofrado a la que tienes que prestar atención.

Para operar en la reparación del panel fenólico, existen principalmente 2 métodos:

  • Masilla poliéster: es una excelente solución para roturas menores y/o de forma irregular. Permite reparar de forma rápida y eficaz en cuanto a adherencia al panel, sin dejar ningún tipo de rastro que luego sería visible en el siguiente hormigonado. La aplicación debe ser sobre la superficie muy limpia de restos y seca.
  • Parche madera: para agujeros pequeños/medianos existen métodos de reparación con tapones de chapa de madera del mismo tipo de fenólico, pre-cortados a medida. Con una máquina especial para fresar madera se le da la forma correcta al orificio, y al mismo tiempo se le inserta el tapón de cierre del tamaño adecuado. Con este procedimiento es posible cerrar orificios de hasta 6 cm de diámetro, o roturas de longitud aún mayor (no recomendable junto perfil metálico principalmente en zonas angulares o en daños longitudinales provocados por arrastrar sobre suelo o tocando partes de ferralla).

Sustitución del fenólico

Si el panel fenólico está demasiado dañado, debe ser reemplazado. Antes de reemplazar, se debe verificar el estado de la cara posterior del panel, ya que frecuentemente está en muy buenas condiciones, por lo que simplemente se le puedes dar la vuelta para utilizar la cara en la parte posterior. Controlar que no contenga demasiados daños, para poder ser aprovechado, tales como: exceso de taladros, astillados, o partes reventadas perforando la cara aprovechable.

Ya sea que se reemplace o se gire, el proceso consiste en quitar los tornillos que unen el contrachapado al bastidor, colocar el contrachapado nuevo y volver a colocar los tornillos en el bastidor (nunca cambies el número de tornillos indicados en el diseño del producto).

Finalmente, es importante aplicar silicona a todo el borde perimetral del panel en la conexión con el bastidor, con la finalidad de estanqueidad y para evitar humedad en la madera.

Reparación del bastidor

El uso de los paneles en obra implica inevitablemente su desgaste, que puede causar, en cuanto al bastidor: abolladuras, oxidación, taladros, cortes y flexión del bastidor mismo.

  • Abolladuras: Reparar las abolladuras del bastidor no siempre es sencillo, pero para daños que no sean demasiado grandes es posible con una acción ‘manual’, y utilizando un martillo o herramientas similares.
  • Taladros: hasta Ø50mm, se pueden reparar con soldadura.
  • Cortes: dependiendo que sea recto, oblicuo o falta parte del bastidor, decidir si reparar o descartar a chatarra.
  • Oxidación: la oxidación es un proceso debido a la acción del aire, del agua y de la humedad sobre los metales sin recubrimientos de protección. Dado que los paneles están continuamente expuestos a los agentes atmosféricos, es normal que con el tiempo se formen zonas oxidadas, incluso si se someten a galvanización. Cuando un panel está oxidado, el proceso más efectivo es el de arenado/granallado y re-galvanizado (y repintado), para que vuelva a las condiciones de protección contra los agentes oxidantes. Muy importante es hacer una revisión exhaustiva de posible perforación por oxidación de cualquier parte del bastidor metálico que pueda provocar hundimiento o deformación en la ejecución del encofrado en obra. En tal caso descartar dicho panel a chatarra.
  • Flexión del bastidor: en el caso de que el panel haya sufrido una flexión del bastidor tal que ya no se garantice la verticalidad del hormigonado, es necesario rectificarlo. Es un proceso importante para evitar ‘distorsiones’ en el hormigonado del muro, y por tanto asegurar las tolerancias mínimas requeridas en carpintería. La rectificación sólo puede realizarse en centros especiales con maquinaria adecuada.
    Ante el caso de flexión del bastidor que sea de descuadre en la diagonal ,no será posible rectificarlo y deberá ser descartado a chatarra.

 

Espero que ya puedas tener una idea de las diferentes acciones que se pueden o se deben hacer a la hora de mantener los paneles de encofrado para muros, aunque seguramente este tema requeriría una profundización más exhaustiva.

Forma parte del Grupo Alsina desde 2005 como responsable del Departamento de Producción.
Lluis Vallmitjana Palau
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