Scroll Top

Encofrados para losas y forjados:
Cimbrado, descimbrado parcial y descimbrado total

1

Encofrar losas o forjados es un proceso constructivo en el que hay que hay que prestar mucha atención y tomar todas las precauciones necesarias.

Si trabajas en el sector de la construcción, y vas a comenzar una obra, es importante que estudies de manera profunda el proceso de ejecución de su estructura, sobre todo por lo que se refiere a las losas o forjados.

El encofrado es la estructura auxiliar que soporta la carga de los forjados durante su ejecución. Está compuesta por una piel o superficie encofrante (fondo de tablero), que se apoya sobre una estructura resistente con un doble nivel de vigas, apoyada a su vez sobre unos elementos sustentantes (puntales o cimbras), que hacen que este encofrado esté a una determinada altura.

El hecho de que en las obras haya una gran variedad de alturas, hace que los elementos sustentantes sean los más críticos. Si queremos tener un control completo del sistema, deberemos atender en cada obra en particular, a las características que deberá tener el apuntalamiento, de acuerdo con sus diferentes alturas.

¿Cuáles son las operaciones más importantes a nivel de encofrado para techos?

Básicamente son dos operaciones: Cimbrado y Descimbrado

Cimbrado: Es la colocación del apuntalamiento antes de hormigonar la losas o forjado, de acuerdo con la configuración que requiera el sistema de encofrado.

Descimbrado: Es la retirada del apuntalamiento cuando la losa o forjado ya ha adquirido la resistencia suficiente para soportar la carga que recarga sobre él, en ese momento. El descimbrado puede ser parcial o total.

¿Por qué pueden ser recuperables los encofrados?

Es probable que te hayas encontrado con alguna dirección de obra que no te haya dejado recuperar ningún componente del encofrado hasta que el hormigón esté totalmente maduro, o con algún técnico que asocie la recuperación rápida del encofrado a una operación crítica y normalmente perjudicial para la estructura.

A veces se ve la velocidad en el proceso constructivo, como un elemento inseguro para la estructura.

¿Realmente eso es así? ¡Vamos a verlo!

 

Al hormigonar un forjado colocamos un hormigón líquido sobre un fondo de encofrado que lo contiene y le da forma. Una vez colocado ese hormigón, fragua y endurece, volviéndose un sólido rígido.

¿Ese proceso de endurecimiento es rápido o lento? La normativa nos dice que en condiciones normales (20ºc), un hormigón a 3 días tiene el 40 por ciento de su resistencia característica final.

Si algo seguro le ha pasado al forjado en ese período, es que el hormigón ha dejado de ser líquido y por tanto no es necesario seguir manteniendo los fondos de encofrado y parte de su estructura resistente.

Recuperar el encofrado se vuelve una operación de sentido común a la vez que nos permite optimizar los equipos, utilizando cada componente cuando sea estrictamente necesario.  

Cuando profundizas en el análisis del proceso constructivo, constatas que el descimbrado de la estructura no solamente no es perjudicial para ella, sino que es necesario y beneficioso para poder construir de forma segura el edificio.

Que puedas desencofrar y descimbrar no significa que lo puedas hacer de cualquier manera, debe estar calculado y controlado adecuadamente.

 

El descimbrado parcial y el descimbrado total

¿Qué es un descimbrado parcial?

Es aquella operación de descimbrado en la que no se retira todo el apuntalamiento a la vez, sino que se hace por fases.

En una primera fase a los 3 días, puedes retirar toda la superficie encofrante (recuperación) y parte de su estructura resistente, dejando como apoyo del forjado vigas separadas 2m entre sí con sus respectivos puntales, generando un proceso constructivo de CLAREADO. Como esta luz de apoyo es mucho más reducida que la luz de la estructura (6-7m), la resistencia requerida para el forjado es baja, en general el 40% fck.

En una segunda fase se retira el apuntalamiento dejado como soporte cuando el hormigón adquiera el 100% fck.

Es importante resaltar que cuando se realiza un descimbrado parcial, el forjado no deja de estar nunca soportado hasta que el forjado es plenamente resistente.

¿Qué es un descimbrado total?

Es aquella operación de descimbrado en la que se retira completamente todo el apuntalamiento, dejando que el forjado absorba por sí mismo todo su peso propio. Como el forjado no tendrá ningún apoyo, la resistencia requerida es más alta que en un descimbrado parcial, estimándola como referencia en un 65-70% fck  para condiciones normales de carga y temperatura.

En edificios con plantas sucesivas en altura, después de haber realizado el descimbrado total, el forjado recibirá cargas de otros forjados por encima y por tanto deberemos ayudarle con puntales que absorban el incremento de carga que se produce, generándose un proceso constructivo de RECIMBRADO o REAPUNTALADO. Este equipo de recimbrado se mantendrá hasta que el hormigón adquiera el 100% fck.

 

¿Cuándo podremos descimbrar totalmente?

Antes hemos mencionado como referencia, que el valor de resistencia necesario en condiciones normales está alrededor del 65-70% fck, pero su valor final dependerá del cálculo que hagamos para las características particulares de cada obra.

¿Quizás sorprende que no digamos que es necesario tener el 100% de resistencia?

Deberíamos tener el 100% fck si sobre el forjado, en el momento de su descimbrado total, tuviéramos el 100% de la carga de diseño prevista, pero si el valor de carga actuante en ese momento es menor, la resistencia necesaria también puede ser menor. En general la carga actuante en construcción es menor que la de diseño porque al construir solo debemos aguantar el peso del encofrado, operarios…. mientras que, en el edificio acabado y puesto en servicio, aguantamos pavimentos, tabiquería, sobrecargas de uso……

Todos los autores coinciden en que la resistencia crítica para esta operación es la resistencia a tracción del hormigón y su valor dependerá del coeficiente ⍺ que relaciona la carga de construcción actuante sobre el forjado y su carga de diseño:

α = QcQd

Siendo:

Qc –Carga característica de construcción (peso propio del forjado + sobrecarga de ejecución)

Qd – Carga característica de cálculo (peso propio del forjado + cargas permanentes + sobrecargas de uso)

 

¿Cómo justificamos o cómo calculamos un desencofrado parcial?

¡Mantente atento, lo explicaremos en el próximo articulo!

Arquitecto del departamento técnico de Alsina, forma parte del Grupo desde hace 29 años. Su trayectoria profesional incluye con anterioridad, 17 años de experiencia realizando distintos Proyectos y Obras en Gabinetes de Arquitectura e Ingeniería.
Jordi García Leache
Últimas entradas de Jordi García Leache (ver todo)

    ¿Quieres saber más? ¡Contáctanos!

      Cargo:

      *Campos obligatorios

      Artículos Relacionados